Una de las grandes enseñanzas que las organizaciones aprendieron después de las recientes crisis ocasionadas por hechos tales como la pandemia de los últimos años, es el concepto de Continuidad del Negocio, el cual representa el nivel de preparación que tiene una empresa para mantener las funciones esenciales tras una emergencia o una interrupción de actividades.

Lo anterior, no es un término de reciente creación; sin embargo después de la disrupción en los servicios a los que muchas empresas tuvieron que recurrir por las medidas sanitarias impuestas a nivel global, así como las interrupciones de las cadenas de suministro, entre otros, nos han demostrado que muy pocas organizaciones se encontraban preparadas para reanudar sus servicios bajo tales condiciones de emergencia, teniendo como resultado grandes pérdidas e incluso cierre de operaciones de manera permanente.

Como resultado de estos incidentes y teniendo como base la poca o nula anticipación que algunas empresas pudieran tener; es innegable que términos tales como la Continuidad del Negocio, Resiliencia, Plan de Continuidad, etc. forman parte del vocabulario de las organizaciones; por ello, es indiscutible que muchas de estas han tomado las acciones necesarias para implementar sistemas que les permitan tener un respaldo suficiente y una metodología adecuada para restaurar los servicios y/o procesos clave, con la finalidad de no detener las operaciones y el servicio a los clientes

Derivado de lo anterior, si bien las situaciones presentadas en los últimos años han sido complicadas e incluso difíciles en el ámbito organizacional, el aprendizaje obtenido y la mejora e innovación de procesos y servicios se ha visto favorecida, por lo que podemos asegurar que en la actualidad, contamos con empresas más previsoras, con una concientización más amplia respecto a las acciones a desarrollar para lograr la tan deseada continuidad del negocio ante cualquier imprevisto o catástrofe.

Una de las medidas a desarrollar ha sido la implementación de sistemas enfocados a la gestión de la continuidad del negocio, tomando como referencia la norma internacional ISO 22301, la cual proporciona las herramientas necesarias para demostrar el cumplimiento de dicho sistema a través de la emisión de un certificado, emitido por un organismo de certificación acreditado como OSG Organismo de Certificación.