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El término cadena de suministro refiere al conjunto de actividades, instalaciones y medios de distribución necesarios para llevar a cabo el proceso de venta de un producto en su totalidad; lo cual comprende a partir de la búsqueda y adquisición de materias primas, el proceso de transformación y fabricación; las actividades de transporte y logística hasta la distribución y entrega al consumidor final.

Englobar los elementos de suministro, fabricación y distribución en el término correspondiente a la cadena de suministro, tiene como objetivo lograr la satisfacción de las necesidades del cliente final, mediante los siguientes aspectos:

• Entrega de bienes y servicios a tiempo.
• Evitar pérdidas o mermas innecesarias.
• Optimización de tiempos de distribución.
• Manejo adecuado de inventarios y almacenes.
• Establecer canales de comunicación y coordinación adecuados.
• Implementación de controles frente a los cambios imprevistos en las demandas.

De los objetivos antes descritos, aunados a la situación actual de las cadenas de suministro, las cuales se vieron impactadas de manera negativa a raíz de la pandemia ocasionada por el COVID-19, de lo cual muchas de las actividades básicas que conforman las cadenas, se vieron interrumpidas o con severos retrasos en sus operaciones.

De lo anterior, el aprendizaje que nos ha dejado este incidente mundial en términos de cadenas de suministro es que se deben implementar acciones que prevengan o mitiguen los factores de riesgos o vulnerabilidades que puedan impactar la operación regular de la misma cadena. Para ello se propone considerar lo siguiente:

1. Contar con stock suficiente del producto correcto.
2. Mantener sin cambios, en la medida de lo posible, los costos de operación.
3. Generar y emplear redes de suministro creadas mediante el apoyo de diferentes organizaciones afines.
4. Alcanzar la sustentabilidad de la cadena de suministro, a través de la auto generación de medios suficientes para evitar dependencia con otras organizaciones o proveedores.
5. Uso de herramientas tecnológicas que permitan una operación más controlada y eficiente, que pueda ser realizada en tiempos óptimos.

Una alternativa para controlar y garantizar la seguridad de la cadena de suministro; es a través de la implementación de la norma ISO 28000, dicho estándar en su versión 2022 enfoca el cumplimiento de sus requisitos al establecimiento de un sistema de gestión que tiene como objetivo, garantizar la seguridad en todos los elementos, procesos o servicios de la organización, el cumplimiento de dicha norma es certificable por tanto, existe la posibilidad de contar con un reconocimiento que valide el compromiso de las empresas hacia sus partes interesadas en materia de seguridad, otorgando un valor agregado a sus operaciones y un distintivo particular entre sus competidores.