En el entorno de Aduanas se han credo esquemas y regulaciones para mejorar los tiempos de entrega, seguridad en cuanto a mercancías permitidas y su protección, así como el manejo de los mismos. Uno de ellos es la certificación de Operador Económico Autorizado (OEA), que se maneja en México; y por su cercanía a USA, C-TPAT (Customs-Trade Partnership Against Terrorism).

Así mismo, hay una certificación que ayuda a la implementación de los otros dos ya mencionados y que es reconocido internacionalmente, es la norma ISO 28000 en Sistemas de Gestión de la Seguridad.

Independientemente del mercado, la demanda y su evolución, es que se opta por una o por otra; y en algunas ocasiones por las dos; aunque para darle un valor agregado, así como para comprender y ampliar la seguridad se sugiere también implementar la ISO 28000, que además es compatible con los otros dos esquemas.

Esto se debe que tanto OEA como C-TPAT hacen referencia a la ISO 28000; aunque ahora en su versión actualizada 2022, da guías para la seguridad en general y sigue incluyendo la cadena de suministro y todo lo referente a ella; lo que lo hace más sólido y robusto con respaldo a cuestiones que las otras dos no toman en cuenta y viceversa, al complementarse con las leyes aduaneras.

Así, en las certificaciones como C-TPAT y OEA se ven puntos en cuestiones de seguridad y prevenciones, en sus diferentes puntos de la custodia de la cadena de suministro como en instalaciones, personal, transporte, entre otros; además de evaluación, análisis y recuperación; que de igual manera se pueden encontrar en la norma ISO 28000, pero con la perspectiva de una seguridad que engloba todo el entorno de la empresa, donde se incluyen procesos, actividades y por supuesto a terceros involucrados directa o indirectamente.

A pesar de que las normas ISO no son obligatorias, éstas nos ayudan a facilitar el entendimiento de los demás esquemas requeridos como los estipulados en las aduanas, además proporcionan herramientas para evaluar los riesgos en materia de seguridad, la implementación de buenas prácticas para la mejora continúa; adicionalmente que, contar con un sistema de gestión basado en una norma ISO, abre el panorama para la organización de ampliar sus certificaciones a otros esquemas, tales como ISO 9001 o ISO 14001, por citar algunos ejemplos.

Otra ventaja es la aceptación, ésto derivado a que los estándares son aplicados de igual manera a nivel internacional y por tanto contar con un certificado en una norma ISO supone un reconocimiento mundial, una ventaja en términos competitivos y de imagen global para la organización, abriendo la puerta a prestar sus servicios en cualquier parte del mundo.

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